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La difusión de responsabilidad (Efecto del Espectador)

La difusión de la responsabilidad o Efecto de Espectador es una teoría desarrollada por John Darley y Bibb Latan por la cual se determina que cuantas más personas intervienen en una acción de auxilio, menos se involucran cada una de ellas. Cuanta más gente esté presente, menos probabilidad hay de que alguno te socorra. 

Este efecto también es aplicable al trabajo en equipo. Cuantos más miembros, menor es el grado de implicación de sus miembros. No se suman las fuerzas sino que se divide la misma entre varios.

Motivos

Los motivos por los que dejamos de socorrer en una situación de auxilio y que llevan a esa difusión de responsabilidad pueden ser muchos, entre otros: falta de responsabilidad, miedo, egoísmo, costo-beneficio de intervenir, dejadez, pensar que otro lo hará por ti o juicios morales, como decidir si la víctima merece ser ayudada o no.

¿Qué hacer para evitarlo?

Si en una situación de auxilio o injusticia no intervienes, estás participando de la difusión de la responsabilidad. Estas situaciones ocurren a diario: clientes que tratan mal a un camarero, un compañero del instituto, Universidad o trabajo que es apartado y juzgado por el que ejerce más liderazgo, cuando dejamos que señalen a otros y hagan juicios de valor fáciles, con las minorías, con los que sufren. Muchas personas se excusan para no dar, para no defender, para no intervenir. Se excusan con “este no es mi problema”, “es que todo el mundo va a lo suyo”, “es que no puedo hacer nada por quien no se deja ayudar”, “es que no puedo salvar a los demás, ya basta con salvarme yo”.

Y, ¿qué puedes hacer tú para evitar caer en el Efecto del Espectador?

Observa tu alrededor

Si no miras qué ocurre a tu alrededor, no podrás percibir las injusticias. Enfocar hacia fuera supone dejar de mirar tanto qué te falta a ti, dejar de observarte, dejar de quejarte y así poder ver el estado de las personas de tu alrededor más próximo.

Trabaja la empatía

Intenta ponerte en el lugar del resto, pensar que harías tú en esa situación y procura dejar atrás tus prejuicios. No caigas en la meritocracia y en pensar que si sufre es porque se lo merece. Piensa que te gustaría que hicieran los demás si te encuentras en una situación de auxilio o injusta.

No hay nadie más alrededor, estás solo

Piensa que nadie más va a ayudar a esa persona, no des por hecho que habrá alguien o algo que parará esa situación, toma tú la riendas pero se consciente hasta que punto puedes implicarte. Presta tu ayuda hasta donde puedas pero se consciente de que siempre hay algo que puedes hacer.

Si estás en un grupo de trabajo, cumple con tu parte

La responsabilidad tiene muchas ventajas, entre otras, la justicia. Si cada uno se ocupa de lo suyo, nadie tiene que ocuparse de lo que no se atiende. Eso es lo justo. Cuando te comportas de forma responsable, te sientes bien, reduces tus niveles de ansiedad, elaboras un concepto positivo de ti, te sientes orgulloso de tu trabajo y participación y los demás, te respetan. La falta de responsabilidad no pasa desapercibida y enseguida los demás miembros del grupo terminan sabiendo con quién no se puede trabajar y quién te va a dejar colgado.


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