Los estereotipos desempeñan dos funciones fundamentales: la cognitiva (individual) y la social.
La primera consiste en la intervención del estereotipo en el proceso cognitivo y, más concretamente, en su papel dentro de la aprehensión y comprensión de la realidad por parte de los individuos.
Por otro lado, el estereotipo es un elemento fundamental de la vida social al favorecer la cohesión interna de los grupos. Sin embargo, esta función social tiene su vertiente negativa: la defensa del grupo frente a cualquier tipo de agresión, lo que provoca una actitud de rechazo del diferente, del “otro”.
Veamos más concretamente las funciones:
? FUNCIONES INDIVIDUALES
Categorización:
Efectos de acentuación de diferencias y de semejanzas intercategoriales. Nos sirve para ordenar y estructurar la percepción.
Simplificación de la realidad:
Permitiendo reducir el esfuerzo cognitivo que supondría procesar el gran flujo de información que recibimos constantemente.
Anticipación:
Los estereotipos actuando como esquemas nos aportan información sobre la conducta esperada de una persona en contextos diferentes en función de su pertenencia grupal (con el consiguiente ahorro de esfuerzo cognitivo).
???? FUNCIONES SOCIALES
Búsqueda de la identidad positiva:
Clasificar diferencialmente a los miembros del endogrupo y el exogrupo, fomentando la visión positiva de nuestro grupo en comparación con los otro.
Justificación de actos contra otros grupos:
La percepción de los miembros de unos grupos de forma más negativa que los de otros facilita la justificación y racionalización de ciertas conductas discriminatoria
Este material forma parte de nuestro curso Psicología del Prejuicio: programa cambio de actitudes.
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