El prejuicio y la conducta derivada de este puede expresarse de diversas formas, además de que el origen puede depender según el grupo con el que se interactúa. Siempre para analizar el prejuicio debemos tener en cuenta el contexto social, político y cultural en el que tienen lugar las relaciones intergrupales, así como las características de los grupos implicados. Entre las diferentes formas de expresar el prejuicio encontramos el prejuicio sutil.

El prejuicio sutil está conformado por tres aspectos: la defensa de los valores tradicionales (acusan al colectivo o persona particular de no respetar ni adaptarse a los valores de la sociedad); la exageración de la diferencias (de valores, creencias, hábitos sexuales, cultura, lengua, etc. para justificar la inferioridad o señalar como incorrecto); y la menor manifestación de emociones o sentimientos positivos hacia el colectivo o la persona en particular (no se expresan actitudes claramente negativas pero si hay una falta de actitudes positivas). El prejuicio sutil se trata de un rechazo socialmente aceptable.

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